Antes de fundar ANIZ en 2018 tenía un sueño en mente. Crear las prendas que faltaban en mi armario, diseños que estaban en mi cabeza pero que no encontraba en ningún lado. Por eso decidí dedicarme a la moda.

Al acabar los estudios empecé a trabajar en una multinacional textil. Pronto me di cuenta de que mis valores y los de las grandes empresas de la industria no eran los mismos. Durante esos años vi la cantidad de materiales que se llegaban a derrochar, la sobreproducción y el impacto ambiental de la industria. No quise seguir formando parte de ese sistema.